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  • Javier Cadena Cárdenas

VIH/sida en México: por un nuevo paradigma


Hoy en día –finales de la segunda década del siglo XXI-, el VIH/sida continua como una realidad lacerante para todo el mundo, y como un riesgo latente para la salud de las personas.

Según ONUSIDA, en 2017 en el mundo había 36.9 millones de personas con VIH (https://www.unaids.org/es/resources/fact-sheet), y en un mundo globalizado como el que vivimos, la enfermedad no tiene fronteras por lo que el combate al VIH/sida debe ser abordado de forma multinacional y multifactorial, en el cual deben participar los organismos internacionales y sus países miembros.

Y en este combate, todos lo sabemos, se presentan anomalías que, sin duda alguna, hay que atacar de manera decidida:

  • Inequidad y grupos vulnerables relegados.

  • Respuesta dispareja e inequitativa.

  • Avances insuficientes y lentos.

  • Violación a los derechos humanos.

  • Violencia de género. Y,

  • Estigmatización y discriminación.

Estas situaciones, junto a los demás desafíos de la humanidad -cambio climático, conflictos entre naciones, crisis económicas, migraciones, entre otros-, provocan que las acciones en materia de combate al VIH/sida aún no alcancen los resultados deseados.

En México, a partir de 1983 la Constitución establece que toda persona tiene derecho a la protección de la salud -misma que debe ser acorde a sus necesidades y no a sus recursos económicos-, principio jurídico que muestra tres coincidencias relevantes:

  • Con la tendencia mundial de reconocer a la salud como uno de los derechos humanos fundamentales.

  • Con el descubrimiento en 1981 con el primer caso de sida en el mundo, y con el descubrimiento en 1983 de un nuevo agente patógeno. Y,

  • Con la detección, ese mismo año, del primer caso de VIH/sida en México; y con el reconocimiento en 1985 por parte del gobierno de la presencia de este virus en territorio nacional.

Según datos preliminares al 31 de diciembre de 2018, dados a conocer por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud del gobierno federal (https://www.gob.mx/censida/documentos/epidemiologia-registro-nacional-de-casos-de-sida), los casos de sida notificados de 1983 a 2018 según estados de residencia y sexo, la situación en el país es la siguiente:

A pesar de las acciones emprendidas en su combate, la presencia del VIH/sida en México sigue latente, misma que se ve influenciada por dos hechos importantes:

  • Durante los últimos años no se llevaron a cabo campañas institucionales de carácter permanente en materia de prevención, incentivando el uso de condones y el efectuarse el análisis de VIH, ello a pesar de contar con el presupuesto correspondiente. Y,

  • Los medicamentos antirretrovirales se adquirieron a mayor precio que en países con similar nivel de ingreso por persona.

No está de más hacer la observación de que si no se corrigen estos hechos se corre el riesgo de que la presencia del VIH/sida en México crezca y, entonces, sean mayores y más costosos los esfuerzos para combatirlo.

Es importante, necesario y urgente un cambio de paradigma con un nuevo conocimiento, atención y compromiso gubernamental en materia del VIH/sida, que lo lleve a fortalecer su ubicación transversal para su combate y erradicación real y palpable, incidiendo en los diversos sectores sociales, principalmente en salud, educación y cultura.

En materia de prevención, la educación y la información veraz y oportuna, son fundamentales, y en esta labor sería óptimo que todos los sectores sociales involucrados deben participar a través de campañas a población abierta y a sectores clave, promoviendo, cuando menos, el uso del condón, así como la práctica de aplicarse la prueba del VIH de manera periódica y, en su momento, la vacuna anti-VIH; así como acciones concretas según características y necesidades de cada grupo.

Para que lo anterior se concrete de manera sistemática y significativa es necesario -entre otras acciones-, sensibilizar:

  • A los grupos religiosos y de padres de familia a fin de que reconozcan que la educación sexual es un tema de salud pública y no de moral o de creencias religiosas.

  • A los maestros a fin de que se capaciten en la materia, y los conocimientos adquiridos los reproduzcan en los salones de clase.

  • A los legisladores a fin de que el tema sea incluido en todas las leyes y en el presupuesto de egresos.

  • A los creadores, escritores, artistas, actores, a fin de que en sus obras incluyan al menos una referencia al tema. Y,

  • A propietarios, directivos, productores y colaboradores de los medios de comunicación –y de redes sociales-, a fin de que incluyan alguna referencia verbal o visual sobre el tema en sus productos (reportajes, entrevistas, telenovelas, cortometrajes, películas, mensajes, tuits, entre otros).

También es urgente realizar otras acciones relevantes:

1. Campañas permanentes e institucionales de prevención dirigidas a la población abierta y a sectores clave, con las siguientes características:

  • Brindar información científica, objetiva y oportuna sobre el VIH/sida.

  • Retomar a la prevención como principio fundamental para preservar la salud.

  • Promover el uso del condón (con estas campañas también se atacarían enfermedades como la gonorrea, la sífilis, entre otras de carácter sexual, mismas que recientemente han registrado un crecimiento).

  • Evitar la discriminación y motivar la inclusión de personas con VIH/sida a una vida digna.

  • Garantizar el derecho de los niños y las niñas, particularmente los preadolescentes, a una educación científica, objetiva y oportuna sobre salud sexual. Y,

  • Promover la aplicación de pruebas de detección temprana del VIH en todos los ámbitos de gobierno, en coordinación con las organizaciones de la sociedad civil.

2. Vincular a todas las personas con VIH al sistema de salud, para que reciban atención médica inmediata.

3. Impulsar a que las mujeres que deseen embarazarse se realicen la prueba de detección, así como dos pruebas durante el embarazo en el sistema de salud público.

4. Asegurar el presupuesto para la compra de medicamentos antirretrovirales que permitan cubrir al 100% el tratamiento de los pacientes con VIH/sida.

5. Promover la adquisición de medicamentos genéricos para garantizar el aprovechamiento y eficiencia de los recursos públicos. Y,

6. Alentar la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos que garanticen la salud de las personas.

Para que las anteriores acciones se cumplan, el gobierno habrá de garantizar los recursos suficientes en todas sus variantes: atención médica, campañas de prevención, adquisición de medicamentos, vacunas y condones; así como su aplicación correcta y oportuna, evitando en todo momento posibles desvíos y/o subejercicios.

Sólo así, que conste.

 


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