Como administrativo se me ha pedido que me <<olvide de todo>>, donde olvidarse de todo es desprenderme de mí, de mis lecturas, mis ideas, las cosas que me ilusionan. En medio de esta asfixia en donde Ser Yo, se está haciendo una religión proscrita; tengo que estar oculto, clandestino, tengo que filtrarme en cada rincón posible. Pensé en las prohibiciones históricas: el cristianismo, la sexualidad, las drogas.