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  • Fabiola Morales Gasca

Mictecacíhuatl


Cuenta la leyenda que la noche de Mictlantecuhtli, los señores de Mictlán lucen elegantes. Mictecacíhuatl, diosa del inframundo, está ataviada con su elegante rebozo y mortaja negra. Se les concede permiso a los muertos de salir del mundo subterráneo para visitar a sus seres vivos. Durante el Día de Muertos, ellos cantan y dejan Mictlán para visitar a sus familias, cenar y tomar pulque con ellos, que estarán esperándolos en el campo destinado a ellos en los márgenes de la gran Tenochtitlan.

Dicen que la señora del inframundo les da permiso de salir, pero su esposo, Mictlantecuhtli, no lo autoriza. Todas las almas saben que salir del mundo de la oscuridad es complicado pero el señor, para no entrar en conflicto con su esposa, otorga los permisos para que todos los muertos salgan, pero pondrá obstáculos. Por eso Mictecacíhuatl, acompaña a las almas esa noche.

Hay muchos horrores en la salida como en la entrada de Mictlán, aún para los que no están vivos, como las pequeñas esferas de obsidiana brillante que los golpean fuerte y que los espíritus sienten el dolor como si su cuerpo estuviera vivo. Ellos abandonan la novena región del Mictlán, el Chiconahualóyan, residencia eterna de los dioses de la muerte, y comienzan su camino por un sendero lleno de neblina, pero a diferencia de la primera vez que pasaron por ahí, ahora pueden ver todo.

Ya nada es confusión y miedo como cuando lucharon por llegar con los dioses de la muerte, esta vez son conscientes de lo que fue su vida, de sus errores y sus aciertos. Todo es parte de un pasado por el que ya no sufren. Ahora su alma está más allá de las penurias que trae un cuerpo humano, y gozan del recuerdo de su vida, en lo que esperan el reencuentro con sus seres amados.

"¡Asesinaron a mi hija, asesinaron a mi hija!" fue el grito de Carmen Medel Palma, la diputada federal por el Distrito 14 de Veracruz del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien al enterarse de la muerte de su hija interrumpió la sesión de la Cámara de Diputados. "¡Valeria, Valeria!", es el grito de Carmen Medel que se une a los miles de gritos de muchas madres que han sufrido el dolor de una hija muerta por la violencia.

La hija de la diputada, a diferencia de muchas, tendrá una sepultura y los honores fúnebres correspondientes. En toda la República Mexicana hay madres que conservan las fotos de su hija muerta, hay padres que buscan en los hospitales, delegaciones, cárceles, hoteles y moteles de mala muerte a su hija desaparecida.

Hay madres que lloran por el cuerpo de su adolecente hija. Hay estudiantes que caminan inseguras por las calles a plena luz del día, con temor de que un auto con varios hombres se les acerque y sean secuestradas. Hay padres que pedalean con desesperación en una bicicleta para perseguir el rastro de un autobús donde se vio por última vez a su pequeña de 10 años, a la cual, hallarán violada y muerta. En México hay más de siete mujeres muertas cada día. Más de 23.800 asesinadas en sólo una década. Un recuento macabro que parece nunca terminar.

“¡No se fue con el novio!”, grita una madre al funcionario que la atiende y que le dice que no se preocupe, que ya aparecerá su hija. La risa sórdida de los agentes pone de manifiesto las ideas generalizadas y machistas de nuestra sociedad: <<no era emocionalmente estable>>, <<se moría de ganas>>, <<ella se lo buscó>>, <<ella provocaba con su forma de vestir>>, <<para qué sale de noche>>, <<se lo merecía por puta>>.

Hay un largo calvario que recorren quienes pierden a una hermana, una madre o una hija. A veces no basta recibir el cuerpo. Marisela Escobedo, madre víctima de la violencia de género en el estado de Chihuahua, pasó más de dos años exigiendo justicia para su hija muerta. Desde agosto de 2008, Marisela, de 52 años, se convirtió en activista. Inició por su cuenta las investigaciones para la búsqueda del asesino de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, de sólo 16 años. El 16 de diciembre de 2010, la activista Escobedo Ortiz fue asesinada mientras se manifestaba frente al edificio del Palacio de Gobierno de Chihuahua. [1]

 

[1] http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/731195.html [Consultado el 9 de enero de 2019]. https://web.archive.org/web/20101220081129/http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=697542 [Consultado el 9 de enero de 2019].

Foto Felipe García

Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín Rivera, quien apareció muerta el 3 de mayo del 2017 en las instalaciones de la UNAM, pasó meses aferrándose a la memoria de su hija. Después de siete meses de batallas legales, logró que el crimen de su hija fuera investigado como feminicidio. La fiscalía concluyó que se había ahorcado ella misma con un cable de teléfono de una cabina pública.

Durante una audiencia intermedia, y tras concluir el periodo de investigación complementaria, el Ministerio Público modificó la hipótesis de lo ocurrido a Lesvy y se planteó que Jorge Luis Hernández González fue el responsable de la muerte de la joven. En conferencia de prensa, la familia de Lesvy y organizaciones acompañantes señalaron que “los feminicidios son iniciados como homicidio doloso o suicidio”. [2]

 

[2] https://www.animalpolitico.com/2018/04/pgjcdmx-cambia-version-sobre-muerte-de-lesvy-no-se-suicido-su-novio-la-estrangulo/ [Consultado el 9 de enero de 2019].

Foto Carlos Ramos Mamahua

La señora Diana Elisa Ortiz ha sufrido tormentos desde que su hija, Ana Karen Félix Ortiz, fue violada y asesinada por su novio Jorge “N”, quien también atacó sexualmente a la pequeña hija de la joven víctima. La madre de Karen fue quien descubrió, después de dos meses de tener la casa acordonada, el celular de su hija y el cuchillo con el que fue lesionada.

Reclama que llevó el arma ante las autoridades y que no le aceptaron: “Me dijeron que eso ya no era prueba, que ya habían recaudado todas las pruebas que habían estado en la casa”. La orden de aprehensión contra el agresor fue emitida seis meses después de los hechos, tiempo el que, dice la madre, el hombre fue visto por la zona del crimen.

Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Varinia Quintana, sufrió al conocer la forma bestial en que su hija de 12 años fue asesinada en 2015 en el Estado de México: "Fue violada bestialmente, la apuñalaron más de noventa veces, le abrieron el pecho más de 30 centímetros, le cercenaron la entrepierna, le rompieron sus tobillos, fracturaron sus manos. Y mi hija fue una guerrera, luchó hasta el final, aún con todo eso no murió hasta que le arrojaron tres piedras de más de 30 kilos cada una, que fue lo que terminó con su vida".[3]

 

[3] http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2017/06/20/capturan-en-morelos-sujeto-acusado-de-asesinar-nina-de-lerma http://www.elgrafico.mx/toluca/20-06-2017/cae-violador-y-asesino-de-fatima-en-jiutepec [Consultados el 9 de enero de 2019].