top of page
  • Guillermo j. R. Garduño Valero

1821: alborada en aguas turbulentas. La geopolítica en el surgimiento de la armada de México


Resumen: Hace 200 años al constituirse la Armada de México, un grupo de hombres de mar procedentes de España abrazaron la causa de la independencia bajo el proyecto de Iturbide. En este sentido el presente trabajo busca vincular el enfoque geopolítico en un periodo, donde esta disciplina no había aun surgido, como es el de la independencia, teniendo como marco para destacar las enormes dificultades para constituir una armada en el momento en que la falta de recursos del nuevo Estado y las contradicciones políticas entre nuestras fuerzas que se polarizaron dieron al traste con nuestra inestabilidad y con las ambiciones territoriales y la influencia de las grandes potencias, que lograron modernizarse mediante la revolución industrial, logrando dar el salto definitivo entre el viejo mundo colonial, frente a los orígenes de lo que después seria transformado en el imperialismo.


Abstract: 200 years ago when the Mexican Navy was formed, a group of seafarers from Spain embraced the cause of independence under the Iturbide project. In this sense, the present work seeks to link the geopolitical approach in a period where this discipline had not yet emerged, such as that of independence, having as a framework to highlight the enormous difficulties to constitute an army at the time when the lack of The resources of the new State and the political contradictions between our forces that became polarized ruined our instability and with the territorial ambitions and the influence of the great powers, which managed to modernize through the industrial revolution, achieving the definitive leap between the old world colonial, facing the origins of what would later be transformed into imperialism.




Categorías:

Independencia, revolución industrial, Potencias emergentes, Potencias en declive



¿Que es la geopolítica?: una aproximación.


En 1899 el profesor sueco R. Kjellen crea el concepto de Geopolítica y de ahí su idea mostraría muy diversas etapas constituyendo verdaderas escuelas que alcanzan su máxima expresión durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo la decadencia del termino esta marcada por la visión determinista que los nazis le imprimieron, lo que representa que esta ciencia ha enfrentado severos problemas como si al atribuirle la versión del Nacional Socialismo Alemán la privara de poder ofrecer otros enfoques. En este sentido considero que la reivindicación de la geopolítica esta dada por su capacidad explicativa y por su deslinde con las ideologías que pretendieron considerarla parte de su doctrina.




Bajo otra atmosfera intelectual pretendo primero dar una noción sobre la categoría de Geopolítica, a partir de ahí trazar los ejes de la disciplina y derivaré sus categorías para el análisis de problemas histórico concretos. En principio la caracterizo como la proyección de un espacio geográfico en el tiempo y ahora procederé a la construcción de sus ejes:



Fuente: elaboración personal


En el cuadro anterior los ejes son el espacio y el tiempo que definen nuestra dimensión, se combinan con dos momentos: el histórico que representa la relación pasado presente hacia la cual no es posible retroceder, ni menos pretender corregir, pues representan hechos irreversibles que tan solo nos explican el presente. Mientras que el plano de la perspectiva apunta en la dirección del presente hacia el futuro, el cual no es predictible, pero tampoco inevitable puesto que aun no ha ocurrido. De esta manera entre el espacio y el marco histórico definimos el espacio geográfico.


En la relación tiempo e historia definimos el espacio histórico como sede del asentamiento humano en el tiempo. Entre la perspectiva que apunta en dirección al porvenir en el ámbito espacial esta el espacio político sede de la dominación y de las hegemonías. En cuanto a la relación entre el tiempo y su dirección y sentido se presenta el futuro que constituye el espacio prospectivo, que busca aproximar al presente el futuro que se pretende construir. Con lo cual hemos definido los espacios geopolíticos.


Fuente.- Elaboración personal


A partir de lo anterior nos corresponde definir los componentes del poder nacional, donde a partir del cruzamiento de las categorías anteriores encontramos en la relación entre el espacio geográfico y el espacio histórico y social el componente del poder económico fundamentado en la existencia de los recursos existentes en el territorio que representa el campo de la satisfacción de las necesidades.


Del vinculo entre el espacio geográfico y el espacio político resulta el poder político que como podremos apreciar debe ser monopolio del Estado Nacional. El espacio prospectivo que busca su proyección al futuro al vincularse al ámbito de la historia se consolida como el poder social, que es la base constitutiva de nuestra población que responde tanto a su asentamiento histórico sobre un territorio, como al marco de expresión de una cultura que la proyecta al porvenir.


En cuanto al poder militar este es el resultado de la proyección del espacio político hacia el espacio prospectivo que le define sus campos de interés nacional, los limites de su soberanía y la defensa e integridad de su territorio.



Fuente : Elaboración personal


El poder nacional carecería de sentido y relativa permanencia sin el Estado Nacional que traduce el poder en instituciones permanentes al servicio de los fines y valores de la Nación. En este sentido entre el poder económico y el social esta la población. Entre el poder económico expresión de sus recursos y el poder político se da la constitución de su territorio símbolo de su integridad. En cuanto al vinculo entre el poder militar y el poder social esta el gobierno como representación de los agentes de la autoridad y entre el poder militar y el poder político esta la constitución de la soberanía como ejercicio de su potestad y voluntad nacional posibilitando su defensa y coerción legitima para la aplicación del Estado de Derecho.




Fuente.- elaboración personal


Todo lo anterior carecería de sustento si no le damos sentido a la acción del Estado, porque el poder por el poder mismo carece de sentido. Bajo esta orientación la relación entre la población y el territorio define el marco de actuación de la gobernanza como orientación de la practica gubernamental hacia los propósitos que reclama la nación.


Como complemento estaría la gobernabilidad que combina la soberanía con la acción del gobierno como capacidad de gestión, que conjunta los recursos, establece prioridades e incide en la resolución de problemáticas. En otro horizonte complementario esta la población y su vinculo con el gobierno para lo cual se finca en la legitimidad como reconocimiento de la autoridad. Finalmente, la soberanía que se ejerce dentro del territorio se manifiesta en el marco de la legalidad como fundamento y respaldo de sus acciones.[1]


[1] Garduño Valero, G. J. R., 2008, El Ejército mexicano, entre la guerra y la política. UAMI CSH, México, p. 137 -153.




La construcción de la nación

Establecido el campo de la Geopolítica definamos el campo de nuestro objeto de estudio, que se define como el extenso territorio de la Nueva España que se extendía desde el extremo occidental por el pacifico desde la alta California hasta lo que hoy se conoce con el nombre de Costa Rica. Desde el lado Atlántico teniendo como referencia el Golfo de México prosiguiendo hasta el mar Caribe y Centroamérica.


Como es visible tan extenso territorio y baja población, concentrada hacia el interior resultaron vanos los intentos por colonizarlos. A los que se sumaba la falta de comunicaciones terrestres y marítimas, dando al traste con la incomunicación entre regiones por las grandes distancias entre ciudades, lo que se tradujo en el hecho de no crear valores que dieran unidad a la nueva nación mexicana, sino que las partes se refugiaron en el regionalismo.


Por lo que bajo estas condiciones la Nueva España que era el territorio más grande de la corona Española, no podía aspirar aun a consolidar instituciones, menos para generar la visión de futuro y por lo tanto la construcción de un proyecto nacional.


Sin embargo, no pensemos que la decisión de la independencia surgió como una propuesta autónoma, sino que fue impulsada también por las cuatro potencias dominantes en el mundo Europeo que reclamaban de expansión de sus territorios en el continente americano y cuyos intereses rápidamente intentaron apoderarse a partir del vacío que dejó España al tener que aceptar las independencias de sus colonias en América, por lo que en los extensos territorios de las nuevas naciones que se abrían paso en medio de las ambiciones expansionistas de las potencias.[2]


[2] Pompa y Pompa, 1972, Antonio, Orígenes de la Independencia Mexicana, Editorial Jus, México Heroico #115, p. 19 – 26.





Inicio de la decadencia española


En 1700 al inicio del siglo XVIII muere Carlos II último descendiente al trono español de la Casa de Austria y por disposición testamentaria lega la sucesión a la casa de Borbón con la que los unía un parentesco al ser nieto de Luis XIV el rey Sol y que reinará bajo el nombre de Felipe V.


Esta decisión será la causa de una guerra de sucesión bajo las alianzas entre la republica de Holanda, Inglaterra, Austria y Portugal y le declaran la guerra a España y a Francia para pretender imponer al archiduque Carlos de Austria que durará de 1702 a 1713.


Pero en medio de este conflicto durante ese lapso se producen estos acontecimientos: la flota angloholandesa se apodera de Gibraltar en 1704. Felipe V revoca los fueros de los reinos de Aragón y Cataluña. Finalmente, la guerra concluye con los tratados de Utrecht y Rastadt en 1714 quedando los Borbones y su representante reconocido como Rey de España.



Felipe V



De ahí hasta 1769 se sucedieron monarcas mediocres más interesados en dominar los reinos de la península, para lo cual buscaron arrebatar todos los derechos de los reinos aliados en la península Ibérica que desde el siglo XV le permitieron constituir España. En ese año entró a reinar Carlos III quien gobernaría hasta 1788, él cual va iniciar una serie de reformas de gran importancia que tuvieron como finalidad fortalecer las finanzas del Estado victima de la evasión fiscal y de la corrupción de un aparato administrativo clientelar.[3]


[3] Carr, R. Ed. 2003, Historia de España, Península Quinteto, Madrid, en particular el capitulo 7 de Richard Herr, p. 209 a 251.


Carlos III



En este periodo se buscó establecer la primacía del poder Real sobre el eclesiástico, de ahí la medida de expulsión de los Jesuitas de las colonias en 1767, no por su gran numero, sino por ser un núcleo con formación intelectual capaz de impulsar en las colonias el germen de un pensamiento nacional. Por eso referirse a una figura como Francisco Javier Clavijero S. J.



Representa a un personaje que escribió Historia Antigua de México y la Historia Antigua de Baja California donde podemos distinguir que fue la primera obra que se refiere a nuestro territorio con el nombre de México, mientras que al segunda apunta hacia un espacio que sigue siendo la base donde podemos encontrar un Golfo propio que no limita, ni se comparte con ningún otro territorio, conocido entonces como el Golfo de Cortés. [4]


[4] Clavijero, F. J., 1970, Historia Antigua de México, Prologo de Mariano Cuevas, Colección Porrúa Sepan cuantos, 29, Mexico. Véase también del mismo autor, Historia de la Antigua o Baja California, estudio preliminar de José de León Portilla, 1975, Colección Porrúa Sepan cuantos, 143, México.


En otros aspectos relevantes de su gestión encontramos los esfuerzos por impulsar el comercio liberando el de los granos en 1765, lo que representaba poner fin a los controles sobre su precio, inspirados en Campomanes y para 1778 se expidió el reglamento real que permitía a doce puertos españoles el comercio entre las colonias del continente americano a excepción de la Nueva España.


Todas estas reformas sin duda pretendieron modernizar al viejo imperio que ya no podía ser gobernado bajo los viejos moldes de las disposiciones reales ejecutadas por ambiciosos virreyes y una burocracia prebendataría y corrupta. Pero, en su afán de modernidad, su error fue apoyar la independencia de Norteamérica. En este sentido cabe recordar al Conde de Aranda quien en 1783 al declarar su independencia Estados Unidos con el apoyo de Francia y España, le escribió a Carlos III.


“Esta república federal nació pigmea, por decirlo así y ha necesitado del apoyo y fuerza de dos Estados tan poderosos como España y Francia para conseguir su independencia. Llegará un día en que crezca y se torne gigante, y aun coloso temible en aquellas regiones. Entonces olvidará los beneficios que ha recibido de las dos potencias, y sólo pensará en su engrandecimiento... El primer paso de esta potencia será apoderarse de las Floridas a fin de dominar el Golfo de México. Después de molestarnos así y nuestras relaciones con la Nueva España, aspirará a la conquista de este vasto imperio, que no podremos defender contra una potencia formidable establecida en el mismo continente y vecina suya.”

La solución que proponía, y que nunca fue escuchada, para neutralizar a esta nueva colonia fue la siguiente:


“...Que VM se desprenda de todas las posesiones del continente de América, quedándose únicamente con las islas de Cuba y Puerto Rico en la parte septentrional y algunas que más convengan en la meridional, con el fin de que ellas sirvan de escala o depósito para el comercio español. Para verificar este vasto pensamiento de un modo conveniente a la España se deben colocar tres infantes en América: el uno de Rey de México, el otro de Perú y el otro de lo restante de Tierra Firme, tomando VM el título de Emperador.” [5]

[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Conde_de_Aranda incluye cita y mapa