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  • Ángel Dupuy Santiago

La religión y la creencia en dios en el mundo contemporáneo I: Carlos Marx



Según los grandes teóricos de la Sociología y de lo que se ha dado en llamar la Sociología de la Religión, el mundo moderno y cuando menos la llamada Civilización Occidental, sería, a estas alturas del Siglo XXI, ya casi totalmente secular, es decir, la religión tendría cada vez menos peso y las decisiones cotidianas serían tomadas en el marco de una racionalidad (para tomar el concepto weberiano y del mismo Durkheim). En México, Carlos Monsiváis nos adelantaba, poco antes de morir[1], que el Estado laico se impone cada vez más y al país lo integra la secularización.


[1] MONSIVÁIS, Carlos, El Estado laico y sus Malquerientes, Debate y UNAM, México, 2008.

PARTE I


Y ello no es decir que la derecha religiosa haya desaparecido, porque incluso cada vez es más ambiciosa, represiva y vociferante, sino que culturalmente ha sido derrotada. Baste ver en estos días del 2020 las manifestaciones del grupo opositor FRENA, que con gran desparpajo muestra en sus manifestaciones efigies y estandartes de la Virgen de Guadalupe y/o de dios y al mismo tiempo maldice al Presidente Andrés Manuel López Obrador y lo acusa de “comunista”. La gente común, que quizá no sepa mucho de la teoría socialista, se ríe y se burla de esa manifestación, pero de gran ignorancia y fanatismo.

Foto tomada de labrecha.me en el siguiente enlace: https://cutt.ly/rg1oMer



Sin embargo, ahí están estas personas que, fanáticas o no, tienen profundas creencias religiosas. Y mucha gente, que incluso tiene estudios más allá de preparatoria y/o profesional, sigue manteniendo vivas sus preferencias religiosas y, aunque no coincide con esos planteamientos radicales, si tiene un respeto a la creencia en dios y en su iglesia. Aunque las personas no se dejen llevar como antaño por la persistente práctica religiosa común (ir a misa, procesiones, festejar a los santos, etcétera), sí mantienen su vida (cuando menos la abierta a la sociedad) en concordancia con sus creencias religiosas. Los bautizos, bodas y demás festejos de tinte religioso, se siguen llevando a cabo y son como una señal de identidad social (se autodefinen como cristianos y católicos, aunque no se practiquen estas religiones en profundidad ni mucho menos).

Es así como nos preguntamos qué tiene de particular la religión que se convierte en una de las principales manifestaciones culturales y que, a pesar del gran avance científico y tecnológico de la vida moderna, permea en gran medida la vida social de la mayoría de la población.

Según los datos del último censo en México disponible (el de 2010, pues el de 2020, por la problemática de la pandemia no se ha podido conocer con amplitud), casi el 83 por ciento de la población mexicana es católica (o sean 92 millones 924 mil personas). De acuerdo con cifras del Vaticano, son 99 millones 635 personas las que están bautizadas.[2]


[2] AGUILAR, Andro, México, cada vez menos católico, en el periódico Reforma del 7 de febrero de 2016, en ocasión de la visita del Papa Francisco a México.

México es así el segundo país con más católicos en el mundo, después de Brasil (primer lugar, con 163 millones) y Filipinas nos sigue con 77 millones[3]. Aunque de acuerdo con esos datos, el catolicismo, porcentualmente hablando como tal, ha ido descendiendo, pues en 1895, por ejemplo, el 99.1 por ciento de la población mexicana era católica[4].

[3] Ídem. [4] Ídem.

Foto tomada de lavozarizona.com en el siguiente enlace: https://cutt.ly/Pg1pP42

Agencia Reforma: Elizabeth Velázquez



Y unos datos interesantes son que las entidades con mayor arraigo católico están en el Bajío, mientras que, en el sureste, principalmente en Chiapas, se registra un descenso importante de la población que se declara católica (apenas un 58 por ciento). Pero el resto de su población no es que deje de practicar la religión, sino que la ha cambiado por otras de las llamadas protestantes, fenómeno muy interesante, dado además que las del sureste son entidades con mucho mayor pobreza que las del resto del país.

Sin embargo, con todo y lo interesante que son esos aspectos, no son los que motivan nuestra atención ahora. Lo que nos llama poderosamente la vista es que México sigue siendo un país con una sociedad mayormente religiosa, cuando menos en el aspecto que la gente se ve a sí misma como tal, independientemente de la religión, pues apenas el 4.68 por ciento se declara “sin religión”.

Según una encuesta sobre religión, llevada a cabo por la Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM[5], nos brinda otros datos que nos amplían el panorama religioso en el México de hoy:


[5] Encuesta Nacional de Religión, Secularización y Laicidad. Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales, México, Área de Investigación Aplicada y Opinión, IIJ-UNAM, 2015.


El 58.1 por ciento de la población sostiene que la religión es muy importante en su vida; el 20.4 por ciento dice que es algo importante, mientras que el 10.4 por ciento dice que es poco importante. El 10.4 señala que NO es importante. En total, vemos que casi el 90 por ciento de la población le da cierta importancia a la religión[6].

[6] Ídem, p. 158.


De la misma manera, cuando a los mexicanos se les pregunta si creen en la existencia de dios, el 80 por ciento dice que SI, el 6.8 dice que en parte (lo que esto signifique) y el 10.8 por ciento dice que NO.[7]


[7] Ídem, p. 168.


En México se tiene un santo que es muy apreciado, San Judas Tadeo. Aunque su fiesta oficial es el 28 de octubre, prácticamente todos los 28 se le venera masivamente. Y la multitud causa muchos pro