top of page
  • Jorge A. González

El autoreconocimiento, indicador de calidad del periodismo


Los criterios de calidad para hacer un buen periodismo son multifactoriales; aspectos que derivan en las funciones que tenga cada una de las personas dentro y fuera de la empresa periodísticas. La lectura de los textos “Propuesta de indicadores para un periodismo de calidad” de la Red de Periodismo de Calidad (2006), y “La calidad periodística en un diario regional” nos llevan a la comprensión de que hacer buen periodismo no depende únicamente del periodista.

Los indicadores nos remiten a una profesionalización del periodista, que va desde una buena ortografía y sintaxis, hasta la seriedad de las fuentes (dos), la existencia de testigos y la verificación de datos. Tanto los códigos de ética de la empresa periodística como la ética individual contribuyen a la calidad de un producto informativo, sin duda la unificación de criterios hace que el engranaje de un medio informativo sea exitoso. Cuando se habla de calidad periodística el imaginario nos remite al periodista, al tema y a sus fuentes, pero muy pocas veces está presente el público para el cual va dirigido ese producto informativo.

De pronto el periodista escribe dentro de una burbuja que gira alrededor de sus inquietudes y preocupaciones, y casi nunca se cuestiona qué le hace falta a las audiencias. Parece irrelevante pero la relación periodista-directivos es indicador de calidad. Por lo general existe un distanciamiento entre ambos que genera justamente ruido en la comunicación y diferencia en los objetivos.

Lo que resulta indispensable son los manuales de periodismo y estilo para que la empresa en su conjunto camine hacia un mismo rumbo: misión, visión y propósito, pero también es un indicador de calidad el poderse ver desde afuera.

Las lecturas nos hablan de los comités editoriales internos para la concreción de los contenidos, pero también nos sugieren las autocriticas y la crítica externa, sin ellas no se pueden resolver los errores que ignoramos. Por lo tanto, la calidad periodista requiere de un compromiso individual, corporativo y con las audiencias. Debemos mirar más allá del papel y la pluma, de las vanguardias, los géneros periodísticos y las nuevas tecnologías. Esta reflexión nos insta a pensar en nosotros, en los de adentro y en los de afuera, y sí, encontrar y aceptar errores, porque estar conscientes de las debilidades son el mejor camino para llegar a un estado de calidad periodística.

 


bottom of page