- Anónimo
Para Marco Antonio
Fotografía de: Animal Político
“When did you forget you were a flower?
When did you look at your skin an decide you were an
impotent dirty old locomotive? (…)
You were never a locomotive,
Sunflower, you were a sunflower!”
Allen Ginsberg
[1]El pasado 23 de enero de 2018, Marco Antonio Sánchez Flores, joven de 17 años y estudiante de quinto semestre de la Escuela Nacional Preparatoria 8 Miguel E. Schulz de la UNAM, fue detenido y desaparecido por cuatro agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y un policía auxiliar tras ser vinculado como posible asaltante después de tomar una fotografía a un mural de grafiti a la salida del Metrobús Rosario. Cinco días después fue localizado en el municipio de Melchor Ocampo, Estado de México, a 50 km de la colonia donde fue detenido. Se le encontró confundido y con un aspecto radicalmente distinto al inicial, con el cuerpo golpeado, con diferente ropa y sin poder articular palabras.
Robamos la muerte,
evaporamos los cuerpos de una hora a otra,
sin dejar libre al vuelo la metamorfosis,
obedeciendo al crudo vacío:
a la simple nada,
porque no les queda nada después de todo,
solo esa nada se congestiona y
despreciable anda entre nosotros
sumando a la desesperación
una crueldad irreparable,
una caída de ojos,
al profundo lago que después llega
con el susurro a otros sus historias,
historias como la mía:
al fin, de significados,
de sensaciones por los cuerpos ajenos
Foto de: @ONUDHmexico
Fuiste tú,
se equivocó la suerte, dicen
a mala hora, dicen
en un país enfermo, digo
Tu nombre no está en el borde
de la basta línea de las historias,
es imposible amanecer,
es imposible ser aquí,
es imposible resistirse a ser un mecánico cuerpo,
el que se espera de nosotros,
dentro de los demás mecánicos cuerpos,
maniáticos cuerpos
al son de la obediencia,
al son de una ilusión de nada
Perseguir,
encerrar
y marcar los cuerpos,
y las alas de los ojos dónde se nutren,
y las alas de los ojos quién las encuentra,
y las alas de los ojos dónde se escriben,
las alas de los ojos se encierran,
se tiran,
se desechan a ningún páramo.
Foto de: El Economista
Te escribo porque yo salía a tomar fotografías a tu edad,
en la calle, junto a mis amigos, junto a mi padre:
grafitis,
un sol a medio morir en el horizonte resucitante,
el señor de los globos,
las sombras en las calles,
las comisuras de mi madre,
unos ojos, un par de árboles,
una transparencia delicada en el reflejo del agua,
unos niños coloridos por las luces de una feria,
una plaza de noche,
un danzón, un correr de lunas:
lo hice con seria libertad,
como sé que lo hacías tú,
buscando lo aéreo
en la desgraciada luz mortecina
de esta ciudad
Ellos anularon tu memoria,
suprimieron luces despiertas y pletóricas,
las abandonaron en desiertos sin oasis.
Ellos cambiaron tu ropa,
Ellos cambiaron tu semblante,
A Ellos, los sin-empatía,
les quedóNADA
Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro
Se han llevado el aliento,
esta letra es ahora un latido de
esperanza tuya,
y de las mil voces más borradas tras
un frío aire que se lo ha llevado todo,
entre sus colmillos
y su hosca carne,
la lágrima muerta.
Al decir tu nombre
evoco los nombres de las mujeres,
de las niñas,
de los niños,
de los hombres,
de los jóvenes,
de los estudiantes,
de las madres y
de los padres,
de los omitidos,
de los mencionados,
que en su viaje de transmutación
los interceptó la enfermedad
que no hemos querido sanar
Marco,
dentro de la bestia
desconozco si lograremos resplandecer
Sé, en cambio, que despertarás
y verás con ojos recién nacidos el mundo,
y nos encontrarás, tal vez.
Ahí donde nadie ve,
donde nadie se atreve a sentir con todo el cuerpo.
Otras cumbres,
otros soles,
como los que tienes en tus ojos.
ALTO A LA DESAPARICIÓN FORZADA,
ALTO AL ABUSO DE PODER,
ALTO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LOS CUERPOS.