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  • Gilberto Villegas López

Lamentos



I

El tic tac del reloj marca un final,

miro alrededor y ya no estás…

¡Enciendo la luz, pero sólo hay oscuridad!

Es la soledad mi maestra,

y la desesperación mi mejor compañera,

que me acompañan en la danza,

del tic tac que marca el trágico final.

Extiendo la mano, pero no te siento,

me acompaña el rezo,

tres cruces en el ventanal,

y una foto tuya en el altar.

Mamá decía que todo tiene un final,

que, a través de las memorias,

siempre se podrá abrazar,

y que el olor de las flores nos guiará…

Hoy comprendo la muerte material,

pero ¿Quién me explica la muerte espiritual?

Cuando se crean huecos en el pecho,

y se hace del andar un triste pesar.

Del cielo llueven flores,

de los rostros brotan dolores,

y de los labios lúgubres temores.



II

En la habitación contigua,

comienza el ritual de la despedida,

cuatro velas encendidas,

un viajero esperando la partida…

Entre cuadros y alabanzas,

entre llantos y palabras,

se escriben grandes letanías,

y termina lo que un día comenzó.

El sonar del campanil,

pone fin al amargo ritual.

El tic tac del reloj anuncia un día más.

Enciendo la luz, sé que ya no estás.

El ave trina en mi ventanal,

es la señal de un nuevo comenzar

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