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  • Rodrigo Díaz Bárcenas

El último taco


Aunque el semáforo en rojo estaba,

las Covid - fiestas aumentaban.

Y mientras todos bailaban,

sin invitar a Susana,

con el copal y las flores,

la muerte se despertaba.


En fraccionamientos y vecindades,

en las playas y en las ciudades,

de todas las tallas, chicos y grandes,

convertían sus ropas en disfraces.


Y mientras Gatell más se preocupaba,

la muerte, sus manos se frotaba.

Pues sin cubrebocas ni precauciones,

al hospital, llegaban por montones.


De todas las razas, pobres o ricos,

la huesuda se llevaba, por necios y mezquinos.

Y ni con ventiladores o abanicos,

Nadie de ella escapaba, ni de sus dedos tilicos.


Los Crisoles espantados,

sus cubrebocas usaron,

Y enfermarse de Covid,

justo a tiempo evitaron.


Confiada y llena de risas,

estaba la Doctora Elisa,

que disfrutaba sin prisa,

de una sabrosa taquiza.


Y cuando en la cazuela vio,

el último de cecina,

A comerlo se apresuró,

para ganárselo a la vecina.


Tan presto el taco jambó,

que poco lo masticó,

Y aunque al pajarito miró,

nomás los ojos peló.

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