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  • Alan Eduardo Sánchez Lara

El día de responso en San Juan Teitipac, Oaxaca.

En memoria de María, Aurelia, Guillermo y Valentín Que los amo y recordaré por siempre.

Al salir el sol, el lunes siguiente al 2 de noviembre, empieza uno de los más hermosos eventos que pueden celebrarse en el municipio oaxaqueño de San Juan Teitipac, el denominado día de responso, además de ser una de las celebraciones más importantes para sus habitantes, ya que en ese día todo aquel que haya perdido un familiar o un ser querido acude al panteón municipal en primera instancia para limpiar y montar un altar para sus difuntos, con el fin de convivir con los que se nos adelantaron por la tarde de ese mismo día.

El altar que se monta frente a la tumba de nuestros seres queridos se llena de los colores amarillo y anaranjado, característicos de la flor de cempasúchil, además de un sin fin de veladoras, con el objetivo de que nuestros seres amados encuentren el camino a casa y al altar montado.



Una vez que se termine de elaborar el altar en el panteón, las familias regresan a sus casas para realizar sus actividades cotidianas o a preparar los sagrados alimentos que van a compartir con sus difuntos horas después en la tumba. Al atardecer comienza la celebración mayor, que consiste en acompañar por la tardenoche del lunes a los seres queridos que se nos adelantaron, pero que seguimos recordando día a día.







Las familias conviven y platican con sus difuntos, mientras comparten alimentos como mole, tortillitas hechas a mano, tamalitos, cacahuates y fruta de temporada, y no puede faltar las bebidas favoritas de todos el téjate y el tan esperado mezcal. Una vez terminada la convivencia, los familiares vivos se despiden de cada uno de sus difuntos, y las dos partes regresan a donde pertenecen. Esta celebración dura toda la semana, sin embargo, lo ocurrido en el primer día, es decir, el primer lunes después del 2 de noviembre, no tiene comparación, puesto que en los demás días no todos los habitantes asisten al panteón a convivir con sus difuntos.



Fotografías por: Anastasia Cruz

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