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  • Luis Armando Padilla Buenaventura.

Donde el Maíz es Santo y la tierra, Dios.Lugar de fieras.


Vago sobre ruedas, entre laberintos verdes donde el tiempo parece querer tomar un descanso, respiro profundo. Acceso desolado, sonrisas inocentes, voces frustradas, lamentos cansados, gritos de esperanza.


Inmerso entre hogares de adobe, lamina, estructuras fracturadas. -Me busco, destruyo, me encuentro-. ¡Estoy con mi gente, estoy con mi raza! La cósmica, la de bronce, somos más que una alianza; la mirada de la fiera nos embriaga y derrama en nuestra alma toda su confianza.


De fértiles surcos brotan nuestros antepasados llenos de barro y enigmas milenarios, aquí no existen ateos cuando la religión proviene de la naturaleza. ¡Nuestro Maíz es el Santo y la Tierra, nuestro Dios!


Modernidad y desarrollo han quedado atrás, tan atrás que la salud y las letras no logran entrar a esta precaria pero abundante comunidad donde la humildad y calidez de sus habitantes son dos reinas llenas de diamantes.

La santísima iglesia está a punto de colapsar, la mantiene de pie los cimientos: La cúspide de la pirámide donde fue construida. Dios y los partidos nos han abandonado, pero aquí seguimos caminando entre calles sin asfalto ni alumbrado. ¡Juntos de la mano como verdaderos hermanos!



¡Grandes colonizadores del ayer y del hoy! Son polvo, cenizas, viento fétido que se marcha lentamente. ¡Están aquí! Nuestros antepasados, están aquí. ¡Vaya tiempo de retornar! Herederos del sistema milpa, el sustento para alimentar a nuestras familias día a día. Mientras, en la selva urbana se esclavizan por migajas.


De fondo, la montaña humeante, fiel amigo – triste testigo. Guerrero pensante anhelando llamar la atención por un instante a los solitarios que no han caído en las redes de este mundo deshumanizante. -Vamos, tomate un tiempo y sigamos adelante, mi ceniza te abriga, te guía; juntos caminemos hacia el horizonte a esperar el nuevo día.


Deja que el ocaso caiga y de la aurora brote la semilla de la rebeldía, somos tú y yo contra el abandono y la oligarquía. –Regreso a casa, la mirada a las montañas, la nube y el rayo, no tardan en llegar. Mi corazón se queda aquí y en Misiones, entre el olvido y el abandono, entre escombros y promesas, entre lágrimas y nostalgia.




Suenan los prisioneros, ¿Por qué los ricos?

Tantos mercedes, tanta comida, ¿por qué?, ¿Por qué? Dime, ¿Por qué?

Colegios de monjas, colegios de curas, ¿cuál caridad?, ¿cuál caridad?, ¿cuál caridad?

¿Por qué?

Con cariño para San Miguel Tecuanipa, Tochimilco- Puebla, México.




 

Estudiante de noveno grado de la licenciatura en Sociología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Ha participado como ponente en Congresos Nacionales e Internacionales. ALAS- PERÚ, 2019 CLES-PANAMÁ, 2018- RNES- OAXACA, 2018.

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