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  • Miguel Ángel Méndez Mandujano

La política y su conexión con los Millenials y la generación Z

La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad.

Jaume Perich


En la actualidad se ha generado debate y en algunos casos polémica por los nuevos intereses y vínculos que los jóvenes comúnmente llamados “Millennials” han tenido con la política y la relación con el sistema político que actualmente nos rige.


El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) ha formado un espacio de concentración con estos grupos de jóvenes que ahora también se han visto rebasados por otra generación que controla un manejo tecnológico mayor: la generación “Z”.

 

Dentro de la población que actualmente tiene nuestro país podremos encontrar, primeramente, a un grupo denominado como los “Millenials”, que son los jóvenes que ocupan el espacio muestral de la población que oscila entre las edades de 18 a 35 años, es decir, quienes nacieron entre 1981 y 1995.


 

Por otro lado, se encuentra la generación “Z”, que surgió entre 1995 y 2015, es decir, la población subsiguiente. Estos jóvenes son vistos por algunos psicólogos y analistas como el grupo que controla al 100% las redes sociales y la nueva era de la comunicación.



 

Los Millenials han sido etiquetados como la generación malcriada que no obedece a la autoridad y que desafía lo establecido, mientras que la generación “Z” tiende a ser un grupo más racional y con los pies en la tierra. Otras diferencias se encuentran en la manera que tienen para comunicarse: algunos señalan que los Millenials se comunican por texto y olvidan el diálogo frente a frente, mientras que la generación “Z”, a través de las imágenes o de contenido multimedia, que sustituyen al lenguaje cotidiano.

 

En la actualidad, el constante actuar de los jóvenes es a través de las redes sociales, la cuales han tenido un impacto no sólo en el actuar, sino en las decisiones sociales y emocionales de los adolescentes y, por supuesto, en la política. Recordemos la campaña electoral en 2008 del entonces senador por el estado de Illinois, Barack Obama, quien a través de Internet tuvo una participación activa que es descrita por Leyvi Castro de la siguiente manera:

 

Importante fue el ciberactivismo, en el sentido de que ahora las campañas pueden evaluarse en su gran creatividad y calidad. Para los demócratas, centrarse en los jóvenes fue crucial; este electorado promete mucho cuando se logra conectarse a él, de ahí que la campaña de Obama, para promover la participación juvenil, haya movilizado a los artistas, que como líderes sociales le permitieron el desarrollo de algunas iniciativas como “Declare yourself”, “Slacker Uprising” y “Countdown to Youht [sic] Vote” (Gutiérrez–Rubí, 2008: 77), las cuales fueron difundidas a través del cine, la televisión, la música, medios cercanos a la juventud en sus códigos. (Castro, 2012)

 
 

En México, el uso de las redes sociales y el interés de los jóvenes, tanto Millenials como “Z”, han tenido un equilibrio en el que se pueden apreciar dos frentes en pugna: quienes están a favor o quienes están en contra, ya sea de los asuntos que engloban los actuares políticos, las actividades de determinados personajes o incluso de noticias sensacionalistas.


Otro aspecto relevante es que la política mexicana, que hace más de 20 años podía dar un giro de 360° con tan sólo un movimiento en los acontecimientos, como por ejemplo el magnicidio de un candidato a la Presidencia de la República, hoy tendría una brecha más amplia entre la información oficial, los datos olvidados y lo que se pretende ocultar, ya sea en los medios tradicionales y/o filtraciones extraoficiales.


De acuerdo con datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se calcula que en México hay alrededor de 30 millones de personas que se encuentran en edades de 18 a 35 años.


Este grupo de personas es considerado como la generación con mayor apatía ante los asuntos políticos tradicionales y que ahora sólo actúan con base en las nuevas acciones que sean realizadas con la mayor tecnología o con una identificación a otros grupos de jóvenes que busquen mejorar la situación del país.


Un ejemplo de lo mencionado en el párrafo anterior es la promoción que tuvo el Presidente Enrique Peña Nieto quien durante los primeros 18 meses de su administración, tuvo una aparición en la portada de la revista musical Rolling Stones en mayo de 2013.


Esta acción fue tomada por algunos cibernautas como una expresión de la carencia a la realidad que tenía el gobierno mexicano respecto a la situación social, económica y política, por lo que algunos usuarios de estas redes señalaron que comenzarían una campaña como oposición responsable, ya que argumentan que la oposición política al régimen peñista es inexistente.


La consecuencia de lo ocurrido en Estados Unidos, luego de la elección de Barack Obama, ha orillado a expertos en mercadotecnia política a afirmar teorías que señalan que “Quien controle las redes sociales, obtendrá un triunfo político”.

 

Esta hipótesis se ha puesto en marcha ya que la mayoría de jóvenes que forman parte de las generaciones Millenials y “Z” ha encontrado en el ciberactivismo partidista una manera de adquirir poder y alcance con sectores desconocidos de la sociedad. Esto lo podemos ver con las juventudes que militan en los principales partidos políticos en México, que pretenden alcanzar a ese grupo de jóvenes, que no tiene una ideología establecida.


Uno de los puntos que no podemos omitir de las generaciones de jóvenes es la completa indiferencia, apatía, e incluso insensibilidad a los temas de trascendencia. En la actualidad, la situación de pobreza puede convertirse en un tema que puede ser visto como una prioridad de atención o simplemente considerarse como una mentira inexistente debido a la diversificación de la información que hay en la red.


Podemos apreciar que además de ser una herramienta de comunicación, los jóvenes son educados por las redes sociales que algunas veces publican historias falsas y generan descontento social, sin una fuente fidedigna. Hoy en día, correr con los demás o ir en contra del gusto colectivo es el modus operandi de cada uno de los usuarios de estas herramientas de comunicación.

 

Consideraciones finales

De acuerdo con el informe 2016 del Latinobarómetro, la red social más utilizada por los jóvenes es Facebook, principalmente por quienes cuentan con educación superior y además, principalmente, por hombres entre 18 a 25 años.


• El mismo informe señala que entre los jóvenes Millenials y “Z”, de cada 10, sólo 2.5 califican de manera positiva al gobierno y su desempeño, destacando que las autoridades, partidos políticos e ideologías son parte del problema.


La política se ha convertido en un objetivo mediático en el que todo lo que es publicado en las redes sociales de algunos personajes o actores políticos es analizado rápidamente, y si alguien pretende hacer una broma o chiste, es sometido al juicio de la red.


La mayoría de los Millenials y “Z” tiene la confianza en la idea de un gobierno abierto, es decir, a través del uso de Internet y de un mayor contacto con representantes políticos. Sin embargo, en el sector público, la interacción que puede tener un ciudadano, por ejemplo, con un diputado, senador o gobernador es mínima ya que ahora los asesores especializados en mercadotecnia se encargan del control y administración de estas herramientas.


Los jóvenes entre 18 y 30 años dentro de las redes sociales se convierten en dos tipos de personas que atienden la política y que son sujetos de ataque, es decir, un Bot o un Troll.


El primero es aquél que pretende convivir y llevar a cabo ciertas tareas encomendadas o simplemente formar parte del colectivo que apoya una determinada causa; por otro lado, un Troll es una persona que critica y ataca de forma sistemática a otra u otras, ejerciendo, e incluso abusando de su derecho a la expresión en los medios sociales.


• Los Millenials y la generación “Z” llegaron en el momento en el que en México se vive el llamado “Bono demográfico”, es decir, la población que más abunda en nuestro país es aquella que se encuentra en edad para poder trabajar y que comienza a los 18 años.

 

Referencias


Aguilar, S (2016) Los millennials y las elecciones. Recuperado el 24 de septiembre de 2016, de http://www. elfinanciero.com.mx/opinion/los-millennials-y-laselecciones.html.


Castro, Leyvi. (2012) El marketing político en Estados Unidos: el caso Obama. Recuperado el 30 de septiembre de 2016, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_ar ttext&pid=S1870-35502012000100008.


Fernández, A. (2012) Millenials: la generación malcriada que quiere cambiar al mundo. Recuperado el 01 de octubre de 2016, de http://www.abc.es/20121103/sociedad/abci-millennials-generacion-201211021603. html

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2015) Número de habitantes. Recuperado el 01 de octubre de 2016, de http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/habitantes.aspx?tema=P


Latinobarómetro (2016) Informe 2016, El declive de la democracia. Recuperado el 07 de octubre de 2016, de http://www.latinobarometro.org/latNewsShow.jsp

Lobo, E. (2016) El momentum millennial: cambio generacional y política. Recuperado el 20 de septiembre de 2016, de https://mpolitico.com/2016/07/25/el–momentum-millennial-cambio-generacional-y-politica/

Tomasini, C. (2016) ¿Cómo pueden ‘enamorar’ los políticos a los millennials? Recuperado el 20 de septiembre de 2016 de http://www.altonivel.com.mx/como-puedenenamorar-los-politicos-a-los-millennials-56605.html

 

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