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  • Julieta Palomeque Toledo

La señora Temazate

Yo soy Julieta Palomeque Toledo con la edad de 17 años, soy originaria de la comunidad de San Juan Teotalcingo, Municipio y Distrito de Santiago Choapam, del Estado de Oaxaca, soy parte de la región Papaloapam, hablo una primera lengua materna que es el chinanteco (juu’ jmi’), y como la segunda lengua que hablo es el español; soy una estudiante del Bachillerato Integral Comunitario No. 26 que se encuentra ubicado en la comunidad de San Andrés Solaga, Villa Alta, Oaxaca, parte de la región sierra Norte, estoy cursando el 4to. Módulo de la misma institución.

Mi comunidad se encuentra a una distancia de 10:00 hrs. de la capital y una distancia de 6:00 hrs. de Solaga a mi pueblo, llegué a la comunidad de Solaga fui albergada un año tres meses, actualmente estoy viviendo en un domicilio particular.

Les quiero contar una historia que mis abuelos me contaron, que con la ayuda de la Secundaria pude rescatar.

 

Hace tiempo en la comunidad de San Juan Teotalcingo vivía una señora a la cual la llamaban Temazate, porque cada vez que ella tenía hambre salía al campo a cortar quelite para su consumo, un día decidió irse al campo, al llegar al lugar encontró dos huevos entre los bejucos del quelite, lo recogió y estaba tan sorprendida de haber visto esos huevos, se los llevó a su casa y los dejó entre un montón de algodón, días después en cada huevo empezó a llorar un bebe, como la señora salía al campo donde había su quelite, no se dio cuenta cuándo esto el día que esos bebés salieron de los huevos, solamente tenía una prueba de que esto pasaba porque cuando ella salía de su casa, limpiaba y acomodaba bien, pero al regresar la encontraba sucia, por lo que esos bebés habían jugado, de ésa manera la señora supo que los bebés habían nacido; éran una niña y un niño.





Un día salieron esos bebés fuera de la casa con su mamá, cuando de repente bajó un águila en el hogar donde estaban y se los llevó y fue a dejarlos en una roca tal alta que nadie pudiera subir, pasaba el tiempo y los bebés crecieron.




La señora la pasaba en su casa sóla y triste, llegaban ahí animales quienes querían ayudarla a bajar a los niños de la roca,


 

Por primera vez llegó la tortuga quien al subir se cayó de espalda y se quedó plana,


El segundo animal fue el zopilote, al momento en que estaba subiendo se cayó de cabeza y se le cayeron las plumas del cuello,


Posteriormente quedó descubierto, el tercer animal quien quería ayudarla fue un murciélago quien llegó a la casa de la señora y ella le dio a ése animal un pedazo de mecate, el murciélago le dio a la niña el mecate y aparte defecó en ésa roca; en el guano iban las semillas de jmo’ gei’ tiempo después nació la semilla que tenía en el guano del murciélago la planta creció y sus raíces llegaron hasta el suelo.

 

Un día cuando el águila se durmió la niña le amarró su cuello con el mecate que tenía, al despertar, el águila voló y se cayó hasta el cerro que colindaba con la comunidad de Lachixola y desde ése entonces lo llamamos en chinanteco ése pueblo “jmtn ’ te’ eïi’”, que en español se traduce como “pueblo de la sombra”.



Tiempo después llegaron a ése mismo lugar una ardilla y un viejomonte, se pusieron a platicar, que ellos no habían visto a los niños, pensaron que ya habían bajado de la roca, y al viejomonte se le ocurrió decirle a la ardilla que por el Este tenía que salir el sol, mientras les decía esto salió el sol y sus rayos le tocaron en la frente, por eso el animal quedó muy canoso, de la misma manera decía la ardilla pero se refirió a la luna; le dijo al viejomonte que éra en el Este donde tenía que salir la luna, mientras estaban discutiendo entre ellos, de que no éra en ése punto cardinal donde tenía que salir la luna, salió y sus luces le tocaron a sus ojos de la ardilla y se quedaron muy brillosos, que en la actualidad esos animales andan tal cual se quedaron, es así como el sol y la luna salen en el mismo punto cardinal que es el Este del pueblo.


Fue así que esos animales se dijeron entre ellos que los niños se convirtieron en la luna y el sol; la niña se convirtió en la luna porque tenía menos poder que el niño, la cual alumbra en la noche; el niño en el sol, ya que tenía más poder y éra fuerte de brillar en el día, desde aquél entonces tuvimos el sol y la luna, con la ayuda de la señora temazate.

 

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