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  • Dra. Elisa G. Cuevas Landero

La actualidad del pensamiento de Karl Marx. A 200 años de su nacimiento


Resumen

El pensamiento de Karl H. Marx continúa siendo una referencia teórica indispensable para la definición y comprensión de los hechos sociológicos y politológicos actuales; es la base teórica de las corrientes críticas en el ámbito de las ciencias sociales.


Abstract

The thought of Karl H. Marx continues to be an indispensable theoretical reference for the definition and understanding of current sociological and politology facts; It is the theoretical basis of the critical currents in the field of social sciences.


Palabras clave: Marx, marxismo, enajenación, alienación, clase social, antagonismo

Keywords: Marx, Marxism, alienation, social class, antagonism

 

La presente es una ponencia presentada en la Semana de Sociología de la FES Acatlán, UNAM, el 12 de abril de 2018.

 

Un breve comentario

A doscientos años de su nacimiento y, a poco menos de haber aportado una de las reflexiones más novedosas en el ámbito de lo social, no podemos dejar de reflexionar sobre algunas de sus tesis. Aunque se distinga entre el joven y el viejo, aunque se diga que las utopías han muerto lo mismo que la ideología y la historia, estamos acá para poner en tela de juicio tales aseveraciones por más que las hayan lanzado al ámbito académico-científico personas versadas en las ciencias sociales.


En el ámbito de la sociología, el marxismo es una corriente teórica que ocupa un lugar irremplazable; en el horizonte formativo de los estudiantes de sociología, pero también de las ciencias sociales y humanas en general, la obra de Karl Marx es indispensable para la formación crítica; es el autor que nos enseña a dudar, a cuestionar, a resistirnos a ser atados por los lazos de la hiperrealidad; y concomitantemente, nos alerta sobre la posibilidad de que dicha realidad sea transformada.


En esta mesa se abordarán las temáticas sobre el poder, la política y su relación con la comunicación (acción comunicativa le denomina Jürgen Habermas) con la finalidad de mostrar que la diversidad de la sociología y su alcance llegan a las reflexiones política y de comunicación como un reto pero también como una oportunidad; objetivos a ser abordados por el análisis de la diversas mesas que han sido instaladas en esta Semana de la Sociología y que abordarán los temas del arte, la cultura, la desigualdad social, la violencia, el cambio, el gobierno y las políticas públicas, la segregación y la comunidad, entre otros temas.


En síntesis, en esta Semana de la Sociología de nuestra Facultad se muestran reflexiones acerca de la diversidad teórica, epistemológica y pedagógica de la sociología; así como los retos que la realidad social le impone a esta ciencia y las oportunidades que ésta ofrece a los estudiosos de la sociología para dar algunas respuestas a las diversas problemáticas sociales.


 

Tesis 1. El marxismo es pertinente porque la realidad material, en esencia, no ha cambiado

Evocar las tesis de la dialéctica materialista a 200 años exactamente de haber nacido su autor, Karl Marx, tal vez despierte en el auditorio cierta o incluso total animadversión. En el aula a veces es ocasión de polémica por parte de algunos estudiantes que piensan que esta teoría carece hoy de sentido. Es verdad que los conceptos caducan como sostiene Ulrich Beck; quien afirma que los mismos tienen un alcance no mayor a los 200 años; y a veces se corre el riesgo de que el mensaje recibido a través de la botella de la que hablaba Kant, no nos transmita nada pese a que haya sobrevivido la tinta al agua y recibamos la botella con el mensaje intacto dentro.

Es cierto que el uso de las nuevas tecnologías ha desencadenado “consecuencias imprevisibles, incontrolables, incluso incomunicables, que amenazan la vida sobre la tierra”[1] y que a veces nuestro lenguaje no logra comunicar o informar lo que debería a los jóvenes y menos a las generaciones futuras; pero ¿qué tiene de nuevo la actual sociedad como para que la concepción teórica marxista pudiera dejar de tener sentido para la explicación de los fenómenos sociales actuales?

[1] BECK, Ulrich. Sobre el terrorismo y la guerra. Barcelona, España: Paidós, colección Paidós Asterisco No. 8, 2003, p. 16

 

En mi opinión nada hay de nuevo bajo el sol. La problemática social en el mundo es más o menos la misma desde hace 200 años. Es verdad que hoy se presentan nuevas modalidades a los problemas como las crisis ecológicas, las crisis financieras, el peligro de redes terroristas globales, de las redes de la delincuencia organizada, pero nada hay de extraño en el mundo en estos últimos doscientos años; todos son peculiaridades que el capitalismo como sistema mundial viene desarrollando desde 1818 por señalar como origen la fecha del nacimiento de Marx.


Lo que hay que admitir es que quizá dichos problemas han sido agilizados por el ritmo al que vivimos hoy, es cierto, y son precisamente las nuevas tecnologías las que hacen que vivamos de prisa y con riesgo constante; y, por eso, precisamente el pensamiento político de Karl Marx es más pertinente que nunca. Ya que, una vez más, nos ayuda a romper el silencio, a ser conscientes del riesgo en que nos encontramos a nivel vital en todo el mundo y a denunciar el conflicto donde quiera que se presente.


 

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El marxismo es oportuno y es vigente porque la realidad material no ha cambiado gran cosa. La gran contradicción a nivel social es la misma que en esa fecha en que Marx nació y el capitalismo se expandió como sistema global -desigual- desde entonces. La invitación bajo su directriz teórica es a reflexionar y tratar de transformar lo que nos atañe como mexicanos. Porque el marxismo a diferencia de otras concepciones occidentales nos remite inexorablemente a la realidad concreta de nuestro entorno. Las reflexiones de Marx sobre el fetichismo de las mercancías, el dinero, las diferencias de clase, la alienación y la enajenación, son tan actuales como que hasta en series televisivas tan revolucionadas como las de Netflix, se ocupan de ellas.


Las reflexiones de Marx se vuelven un éxito, en interpretaciones que se hacen de sus tesis materialistas, como nunca se había visto. Es el caso de la serie llamada Merlí, donde uno de sus capítulos es dedicado precisamente a Karl Marx se puede advertir la necesidad de los productores de mostrar a los jóvenes de una forma muy atractiva que las teorías marxistas continúan develando verdades tan elementales como las que se vierten en la mencionada serie (y de la cual no hare spoiler mencionando nada más).


 

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Tesis 2. El dinero y el fetichismo de la mercancía

La divulgación de las tesis del llamado Marx Joven se encuentra no sólo en series de televisión, también en novedosas ediciones de libros; como el de El dios dinero ilustrado por Maguma[2]; que está basado en las tesis de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, sobre el significado de la propiedad privada en la creación del capital y del dinero; que como sintetiza Maguma:


Nos hizo tan estúpidos y limitados que un objeto sólo es nuestro cuando lo tenemos, cuando existe para nosotros como capital. O cuando es efectivamente poseído, comido, bebido, vestido, habitado…Es decir, cuando es usado por nosotros.[3]

[2] Es un ilustrador español joven, ganador de varios premios internacionales y, escritor e ilustrador, de varios medios también internacionales como: El País, Reader’s Digest, Forbes…; así como ilustrador de El zorro rojo, Fondo de cultura económica, Cream ebooks… Se puede ver su obra en http://maguma.org/

[3] Marx, Karl. El dios dinero, ilustrado por Maguma. India: Multivista Global Limited/ Libros del Zorro Rojo, 2017, p. 1-2.

 

Del sentido de la posesión, siguiendo a Maguma, es que proviene la alienación tan manifiesta en nuestros días y que ha venido a sustituir nuestros sentidos físicos y mentales. Del fetichismo que practicamos respecto a las mercancías es que surge nuestra enajenación material. No nos damos cuenta de que nuestras necesidades no son en realidad nuestras sino de la industria.



¿Cuántos aquí desearíamos tener un Iphone X aunque nuestro teléfono esté en buen estado y aun siendo de la misma marca y que funciona bien, pero que no es el X? La industria del robo encuentra las condiciones ideales para desarrollarse, tanto como la industria de los teléfonos (que hoy son todo, menos teléfonos, pues no los usamos para llamar sino para comunicarnos por mensajes escritos). Y esto se debe a que cada uno de nosotros hacemos eco de la creación de necesidades y empujamos a los demás y a nosotros mismos a un nuevo sacrificio para “empujarlo a una nueva dependencia y para tentarlo con un nuevo objeto de goce y, de este modo, llevarlo a la ruina económica”.[4]


[4] Ibid., p. 5-6.

 

Y como Marx analizó, el dinero es más que un medio de intercambio y una medida de valor. Le atribuimos social y personalmente un poder que nos da la ilusión de expandir nuestro propio poder cuando lo tenemos: “De las cualidades del dinero devienen mis propias cualidades; mis fuerzas esenciales”.[5] No me doy cuenta de que el dinero y sus usos son una convención social y, por tanto, una vana ilusión.


El empleo inmediato de las monedas como alhajas –como ejemplo tal y cual lo analiza Georg Simmel- está motivado por el deseo de tener la propia fortuna continuamente sobre sí, es decir, de tenerla bajo vigilancia. La alhaja realza la personalidad y, al mismo tiempo, es irradiación de la misma, por lo que resulta esencial que sea algo valioso; su sentido ideal, como el práctico, se derivan de su estrecha relación con el Yo.[6]

[5] Ibid., 9-10.

[6] Simmel, Georg. Filosofía del dinero. Madrid, España: Capitán Swing, 2013, p. 385

 

Y es que el dinero nos ofrece exactamente eso, una ilusión, nos hace sentir dueños de casi cualquier cosa; nos definimos por lo que consumimos y por todo aquello que podemos consumir. No analizamos, por ejemplo, las condiciones de la producción ni el cómo se obtiene la materia prima, o sobre lo que ocasionan al medio ambiente cierto tipo de mercancías y la forma en que se producen. Es por ello que Marx resulta indispensable en este análisis contemporáneamente.

La esencia de este estado de cosas nunca ha sido expresada en términos tan apasionados como lo hizo el joven Karl Marx […] Son los escritos de un joven enojado: incompletos y formados por notas y argumentos que Marx retomaría en su obra posterior […] Entiende el dinero como una fuerza omnipotente y abstracta que confiere gran poder a aquellos que lo tienen mientras que acorrala a aquellos que no lo tienen y todavía están atados a las necesidades generadas por los adinerados y poderosos.[7]

[7] Marx, Karl. El dios dinero, ilustrado por Maguma. India: Multivista Global Limited/ Libros del Zorro Rojo, 2017, p. 23.

También podemos ver que existen múltiples reediciones sobre otras tantas temáticas clave sobre Karl Marx. Por ejemplo, la cuestión del poder y las clases sociales.

 

Tesis 3. El poder y las clases sociales en la nueva <<sociedad del riesgo>>.


La tesis acerca de la existencia de clases sociales definidas a partir de la posición frente a la apropiación o no de los medios de producción (el capital, la renta y la tierra) o la carencia absoluta sobre ese tipo de propiedad, sigue distinguiendo a los habitantes del planeta entre dos clases: los poseedores y los desposeídos (entre “los pirrurris y la prole” a decir de un político de izquierda en el espectro político formal de México y que “ustedes ya saben quién es”), o con frases de telenovela podemos expresar que sigue existiendo la diferencia “entre ricos y pobres”.


Aunque hay autores que cuestionan esta teoría materialista de la división de clases y la ponen en tela de juicio, por su grado de generalización, finalmente la complementan y, develan su vigencia, al agregar elementos que la explican en el contexto de la sociedad del riesgo, pero teniendo como referente obligado la concepción marxista sobre el antagonismo social.


Veamos, por ejemplo, cómo para Ulrich Beck los nuevos conflictos sociales ya no siguen el esquema general de la sociedad de clases; sino que éste se ha complejizado y podemos sostener, bajo su perspectiva, que las diferencias sociales surgen de la doble faz de los riesgos en la sociedad de mercado desarrollada: los riesgos, riesgos son, pero son además oportunidades de mercado. Así, los contrastes se dan entre quienes se ven afectados por los riesgos y quienes se ven beneficiados por ellos. Y también hay otra distinción entre quienes producen saber, y por tanto poder, (la ciencia y la investigación) y quienes lo difunden (los medios de comunicación de masas).


“En este sentido, la sociedad del riesgo es también la sociedad de la ciencia, de los medios y de la información. En ella se abren así nuevos contrastes entre quienes producen las definiciones del riesgo y quienes las consumen.” [8] Así, ya no hay “lucha de clases” sino “lucha de definición por la medida, el grado y la urgencia de los riesgos” (por ejemplo, la influenza en México, AMLO es un peligro para México, etc.)


[8] Beck, Ulrich. La Sociedad del Riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona, España: Paidós, Colección Paidós Surcos 25, 2006, p.66, el subrayado es mío EGCL.



 

Al contrario que la posesión o no del capital, los riesgos siempre polarizan en forma parcial. Es decir, que la diferencia material es contundente y da lugar a la polarización de una forma tajante (diferencia desde la posición que se guarda respecto a la apropiación o no de los medios materiales de producción). Los riesgos siempre polarizan parcialmente debido a que “tan pronto como el contenido de la amenaza se hace visible y crece, desaparecen las ventajas y las diferencias” de quienes difundieron los riesgos como tales.


O sea, que una vez que uno descubre, por ejemplo, que el virus H1N1 no fue tan peligroso como se nos hizo creer, la comunidad se polariza y desaparece la ventaja que, en este caso ganaron el gobierno federal -en términos políticos, pero también materiales-, los laboratorios transnacionales, las farmacias, etc., a través de la emergencia sanitaria y se da lugar a una situación de contrastes sociales, pero que polarizan sólo mientras dura la contingencia, pues una vez que pasa, desaparece tal polarización e incluso se puede observar una proclividad a la organización ciudadana:

Bajo el <<techo>> de los riesgos, sostiene Beck, surgen comunidades a pesar de los contrastes: para evitar las amenazas que proceden de la energía nuclear, de la basura tóxica o de la destrucción de la naturaleza, los miembros de las diversas clases, partidos, grupos profesionales y grupos de edad se organizan en iniciativas ciudadanas.[9]

[9] Ibidem.

 

Se unen en protesta y organización, negros y blancos, los del norte y los del sur, los de la ciudad y el campo, los amigos y enemigos, los afectados por los terremotos, por los huracanes, etc.

Las sociedades del riesgo no son sociedades de clases, eso aún es demasiado poco. Contienen en sí una dinámica de desarrollo que hace saltar las fronteras y es democrática de base, y que además obliga a la humanidad a unirse en la situación de las auto amenazas civilizatorias […] En consecuencia, la sociedad del riesgo dispone de nuevas fuentes del conflicto y del consenso. En lugar de la supresión de la carencia aparece la supresión del riesgo […] Mientras que las sociedades de clases son organizadas en forma de Estados nacionales, las sociedades del riesgo hacen surgir <<comunidades objetivas de amenaza>> que en última instancia sólo se pueden alcanzar en el marco de la sociedad mundial. [10]

[10] Ibid., p. 67.

 

La utopía se vuelve así real, o al menos urgente: los seres humanos tienen que dar solución a las amenazas que alcanzan a todos (calentamiento global, efecto invernadero, amenaza de nuevos tipos de pandemia…) y que paradójicamente ellos mismos han creado. Los problemas medioambientales, o la proliferación de las armas, por ejemplo, sólo pueden ser resueltos a través de acuerdos internacionales. Al sujeto político de la sociedad de clases (el proletariado) le toca hoy cargar sólo con los peligros y daño causados por todos, así que su papel protagónico ha quedado en el olvido, hoy ni él ni los otros parecen candidatos a ser sujetos políticos. La globalidad y el daño universal impiden precisamente que los sujetos puedan percibir –o percibir alteradamente- las situaciones problemáticas. No parece claro qué tipo de política y qué tipo de instituciones hacen falta para poner en marcha una “política preventiva de dominación del riesgo”. [11]



[11] Ibid., p. 68.

 

Es claro que ya no le toca sólo al proletariado el protagonismo del cambio social. La transformación nos involucra a todos. La utopía de la seguridad: es negativa y defensiva. No hay que alcanzar lo mejor sino evitar lo peor. El común denominador que nos une es el miedo. La solidaridad surge por miedo y se convierte en una fuerza política. El miedo no había sido hasta ahora una base de acción racional, pero ya lo es y crea una <<comunidad del miedo>>. Por ello son tan efectivas las campañas del miedo actualmente.

 

Tesis 4. Las nuevas interpretaciones sobre Marx


De 2010 a 2018, ha habido un boom editorial sobre Marx. Para aquellas librerías, editoriales, o personas que de los años ochenta al 2010 han rematado, regalado (porque ya no los querían en sus bodegas) o incluso destruido los libros de y sobre Marx, hoy deben estar arrepentidos, porque es notable cómo a partir de 2010 el mercado editorial volvió a poner en circulación a Karl Marx. No sólo como autor, es decir, que se han reeditado todas sus obras, sino que se ha escrito sobre él de manera profusa.


Internet no es la excepción: es enorme la cantidad de videos sobre la obra de Marx y de la obra de Marx. Videos que publican su obra El capital, El manifiesto del partido comunista, videos biográficos, videos de reflexión sobre el comunismo, sobre la dialéctica, sobre el joven Marx, etc., TODO publicado de 10 años para acá.


Termino con una invitación cordial a leer con nuevo ímpetu -aprovechando las nuevas vías por las cuales accedemos al pensamiento marxista hoy- las obras de este científico alemán que tanto tienen qué decirnos.

Gracias por su atención.

 

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